No me hurtes la mirada
no vuelvas la cara, no;
detén esa mano alzada
detén tu ira y rencor.
Ser mujer es mi destino
fue el azar, no elegí yo.
Ante todo un ser humano
y defiendo mi condición.
¡y tu, que te crees tan hombre!
¿donde escondes tu valor
cuando a una débil mujer
humillas con tu furor?
Pero andas equivocado,
tu eres la víctima, no yo,
pues te corroe el alma
un cancer de incomprensión.
Yo voy con la frente alta
tu arrastras tu deshonor.
A mi me asiste el derecho
y me asiste la razón.
Y hoy, millones de voces
se hacen una con mi voz.
Y te decimos muy alto
¡Nunca más, maltratador!
Ana Tomás Hernández (la mismísima madre que me parió )
08 marzo 2011
No al maltratador
No al maltratador
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