18 diciembre 2009

La asociacion!

En el IAM, el instituto donde estudio, es como una pequeña secta. Vivimos unos 60 o 70 estudiantes del mediterraneo en una finca en mitad de la naturaleza, alejados de Montpellier. En la misma finca esta el instituto donde esudiamos, con lo que 2 minutos antes de empezar salgo de clase, con mi cafe en la mano e incluso si quiero con las pantunflas.
Para mas INRI, el IAM tiene una asociacion de estudiantes, en el que cada año se renueva los puestos de presidente, secretario y tesorero. Pues este año hicimos elecciones para elegir a los responsbles.
Y yo la verdad no me queria presentar, pero me olbligaron, ja ja!!! No, la verdad es que no queria que todo el mundo que estuviera en la asociacion fuese arabe-musulman (80% de los estudiantes), asi que me presente a Tesorero (que es mi amteria) y bueno pues que gane, no queda muy bien que yo lo diga, pero es la verdad, fue el que mas votos recibio de todos los que se presentaron ya fuese a Presidente o Secretario.
Esto fue hace poco mas que un mes, y desde entonces mi vida se ha cntrado casi en su totalidad en la asociciacion, si antes ya era dificil salir del gueto, con la asociacion es casi imposible: que si fiestas, proyeccion de peliculas, concurso del logo, el Reppa mediteranneen, y mil ideas ma que hay que poner en practica. Bueno pues pasa lo que pasa, ayer hice un examen y creo que fue catastrofico.
Esto me ha dado un toque: tu no estas en Francia para trabajar por la Asociacion, sino para hacer un Master!!!!! Y la verdad es que lo habia dejado un poco de lado.
El proximo año hay que centrarse, el problema es que hay que organizar dos viajes culturales ( hay que gastarse la pasta) y seguro que me vuelvo a implicar en exceso!!!!
Pero hoy estoy de vacaciones!!! Nada de asociacion en dos semanas!!!!!!! Yuju!!!!!
A demain!

12 diciembre 2009

Historia de dos reyes

KEN LOACH (director de cine) / PAUL LAVERTY (Guionista)

Público

Nos han pedido que firmemos una carta suscrita por numerosos escritores, artistas, políticos y sindicalistas de renombre y dirigida al rey Juan Carlos I, en la que solicitan que interceda ante el rey Mohamed VI de Marruecos para intentar salvar de algún modo la vida de Aminatou Haidar, que se halla en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote. Aunque respetamos la buena voluntad de los implicados -y comprendemos que todos ansiamos evitar una tragedia- y en nuestro fuero interno esperamos que surta efecto, creemos que se trata de una estrategia profundamente equivocada. No obstante, reconocemos que esta iniciativa pone de relieve un hecho esencial: el rey Mohamed es la única figura que goza de un poder real en Marruecos. Básicamente, en la carta se pide al rey Juan Carlos I que le ruegue al rey de Marruecos que nos haga el "favor" de resolver este lío.

Ha llegado el momento de ser claros y dejar de agachar la cabeza. Mohamed VI posee una fortuna estimada en dos mil millones de dólares por la revista Forbes, que lo sitúa en octavo lugar entre los monarcas más ricos del mundo. Según la Wikipedia, Mohamed y su familia tienen importantes intereses comerciales en el sector minero, la alimentación, la venta al por menor y los servicios financieros. Por otra parte, el presupuesto operativo diario del palacio es astronómico. Al margen de la gran fortuna personal de Mohamed VI y de su enorme influencia en las instituciones políticas del país, Marruecos es un Estado que ha firmado tratados internacionales vinculantes. Al hacer caso omiso de esas normas internacionales, de los derechos humanos y de la Corte Internacional de Justicia, Mohamed VI se comporta como si fuera un déspota medieval.

La política exterior de Mohamed VI es burda y huele a podrido. En cada desafío subyace la amenaza implícita a España de lanzar a un sinfín de marroquíes pobres y desesperados a que crucen el Estrecho para pasar a Europa. O, peor, interrumpir la cooperación en materia de "terrorismo". En otras palabras, hacer la vista gorda ante fundamentalistas islámicos que podrían volar en pedazos a más civiles inocentes en Europa. Tal vez ese sea el motivo por el que la reacción del PSOE ha sido tan bochornosamente insulsa.

Mohamed VI es un hipócrita. El 22 de junio de 2000, la Universidad George Washington lo nombró doctor honoris causa "por su labor de fomento de la democracia en Marruecos". Deberían despojarlo de ese honor. En un incendiario discurso pronunciado el 4 de noviembre declaró que "o se es patriota o se es traidor", condenando así a todos aquellos que se nieguen a aceptar la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, lo cual, a su vez, llevó a una mayor represión de la resistencia pacífica.

Los funcionarios de Mohamed VI ponen como condición para devolverle el pasaporte a Aminatou Haidar que esta le pida disculpas al rey por haber cometido la temeridad de escribir en la tarjeta de embarque que su país de origen era el Sáhara Occidental y no Marruecos. Y esto se le exige a una mujer que pasó cuatro años desaparecida en un campo de detención secreto donde sufrió todo tipo de torturas. Le vendaron los ojos, la amordazaron, la golpearon, la sometieron a electroshock y la amenazaron con violarla. Si Mohamed VI tuviese un ápice de humanidad, sería él quien le suplicaría perdón de rodillas.

La gran tragedia es que, mientras el continente africano sangra por los cuatro costados y gran parte del mundo musulmán está sumida en la violencia y la desesperación, en medio de todo ello se encuentra Aminatou Haidar, una figura frágil comprometida con la resistencia pacífica.

Confiamos en que, antes de que muera, se escriba otra carta, dirigida a Mohamed VI y firmada por ciudadanos de todo el mundo (incluido el presidente Rodríguez Zapatero), en la que se les exija a Mohamed VI y a su Gobierno que respeten el derecho internacional y pasen a formar parte del mundo civilizado.

Cuando pensamos en ese hombrecillo sentado junto al teléfono en su enorme palacio -bastaría con una llamada para devolverle el pasaporte a Haidar y permitirle así reunirse con sus dos hijos, que están destrozados-, nos acordamos de los antiguos emperadores romanos, que subiendo o bajando el pulgar decidían la vida o la muerte de sus cautivos. Aunque Mohamed VI tal vez se sienta todopoderoso en su opulento palacio, de tener una pizca de imaginación y visión histórica se daría cuenta de que, si permite la muerte de Haidar, el cristalino espíritu de resistencia pacífica de esta mujer revelará la insignificancia de su crueldad, siempre corta de miras, allá donde vaya durante el resto de su vida. Si acaso hay justicia, se le dará el mismo trato que recibió Bush cuando le lanzaron un zapato en Bagdad y se convertirá en real persona non grata para el mundo civilizado. No pedimos favores que tengan que tramar en privado dos reyes. Exigimos justicia, como seres humanos.


10 diciembre 2009

Una petición desesperada

Agotadas las gestiones políticas, los firmantes, personas del mundo de la cultura internacional, nos dirigimos públicamente a D. Juan Carlos I para solicitar su intervención personal y directa, con objeto de salvar la vida de Aminetu Haidar por motivos humanitarios. Al tiempo, deseamos invitar a otras instancias nacionales e internacionales a sumarse a este propósito, que no es otro que impedir el fallecimiento de la activista saharaui y que pueda regresar a El Aaiún en compañía de sus hijos.

CARTA A S.M. EL REY DE ESPAÑA

6 de diciembre de 2009


Majestad:

Asistimos estos días a la dramática muerte anunciada de una mujer, Aminetu Haidar, sin que las gestiones políticas usuales hayan servido para lograr un propósito que, más allá de la ley, es en definitiva humanitario: el regreso de esta mujer, con sus hijos, a su casa en El Aaiún.

Al límite de un desenlace dramático, deseamos solicitar una intervención explícita de la Casa Real española ante el Monarca alauí. No podemos permanecer silenciosos mientras Aminetu está a punto de morir. El problema del Pueblo Saharaui, tan largamente aplazado e ignorado, se encarna ahora en el sacrificio de esta mujer, hija de una mujer española.

Tiempo habrá, llegado el momento, de atender las derivaciones políticas de este caso. Ahora, consideramos urgente y necesario que esta mujer salve su vida. Nos dirigimos a Vd. con este propósito: le rogamos que utilice su prestigio y ascendente ante el Rey de Marruecos para salvar la vida de Aminetu. Su desaparición por huelga de hambre pondría en serio peligro las relaciones entre dos países vecinos y supondría el descrédito de la monarquía alauita y de todo su régimen. Pero, sobre todo, si ella muere habrá muerto la esperanza.

Esta iniciativa procede de Escritores por el Sáhara, Plataforma Todos con Aminetu y CEAS.

Basta con que copiéis la carta al Rey y vuestra firma y la envieis a:

storico@telefonica.net y mahbes@gmail.com