Ya estoy en España, que bien volver a tu tierra, a tus costumbres, a tu gente. Es así?
Pues de entrada no, creo que nos pasa a todos los que llegamos de por allí al principio.
Vas por la calle y que ves? Caras largas, serias, miradas que matan. Poca simpatía, la gente tiene prisa y si te tropiezas te miran de una manera....que asusta.
E incomprensión. Qué le pasa a la gente? A qué vienen esas caras? A qué esa mala ostia contenida que está deseando salir? Seguramente tiene justificación pero si comparas....te cuesta entenderlo.
En Pemba la gente tiene hambre, se mueren por una simple diarrea, no tienen con qué vestirse, solo 4 harapos, zapatillas? Casi nadie. Un techo donde cobijarse? Uno hecho de hojas. Nada de agua corriente.
Aun así sonríen, esos expresivos ojos brillan.
Siempre tienen una amplia sonrisa, esas sonrisas de blanca dentadura que iluminan toda la cara. Siempre se les ve riendo, saludan alegres, a pesar de todo. La gente entabla una conversación rápidamente con un extraño. Aquí?
Lo peor es que ésto que yo veo ahora y aquí es posible que lo vean los pembianos en mi. Que mal!!!
Ate manha y boas festas!!!
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