Cuando un amigo se va...

Es la época, llega navidades y la gente se va, y no me refiero de vacaciones si no que se va de vez (como se dice por aquí). El mundo de la cooperación es asim, unos van y otros vienen, y algunos regresaran.
Y la verdad es que una de las actividades que más hacemos es ir al aeropuerto, bien sea para recoger a alguien que llega o para despedir a alguien que se va.
Estas semanas han sido de despedida. La primera que se fue Gema, si no te gusta Pemba, júntate a ella. La mujer que le disgusto este paradisiaco lugar desde el primer momento que llego, pero a pesar de ello se quedo un año, circunstancias de la vida. Mira que éramos distintos, yo amo Pemba y a ella,buf…. No sabia ni por donde cogerlo, pero a pesar de todo nos llevábamos bien, la 2m une mucho, jaja. Esta semana se fueron Cristina Cruz Vermelha (que vuelve) e Isa Montepuez, que dice que no vuelvo sino de vacaciones, despedida al aeropuerto una vez mas, se que a Isa le voy a ver y creo que estas navidades así que empezare asentir su falta cuando vuelva a Pemba.
El domingo se va Alejandro, becario de la generalitat valenciana (veis como utilizamos la organización o el lugar de trabajo como apellido? Un día os hablare de ello), después de 9 meses aquí ya le toca irse y es otro que lo estaba deseando, vaya que a la gente no le termina de gustar Pemba, menos mal que yo compenso por todos, ja ja. Y el domingo también se va Markus, el austriaco, mi compañero de tenis. El vuelve pero a otra ciudad Beira, y nos veremos pero solo una o dos veces mas. Por cierto el otro día jugué con el nuestro ultimo partido de tenis en Pemba, después de dos años, dios que pena.
La semana que viene le toca a Cristina e Isabel AECID, que también vuelven, pero tocara despedida.
Así, pasamos mucho tiempo en el aeropuerto y cada vez que estoy allí despidiéndome de alguien que se va de vez, me pongo a pensar en como será mi turno, ese día en el que me vaya de vez, ese día en el que cruce la puerta de embarque y no sepa si volveré o no, solo de pensarlo se me eriza el bello, ese día cerrare una puerta que me llevo a un lugar, a gentes, a una experiencia, a un pedazo de mi increíble. Buf, aunque todavía queda para eso, así que no vale la pena pensar en ello.
Ate manha!