Bajo este lema, La Vida Cara, hace dos semanas comenzaban a manifestarse los transportistas en La Reunión, consiguiendo paralizar la isla durante dos días. Bloquearon las carreteras principales con lo que recorrer 20 kilómetro suponía 2 horas de paciencia y atasco.
Esta manifestación trataba sólo sobre el precio de los combustibles, pero a partir de esta protesta la gente se fue calentando y las protestas crecieron hasta la queja de los precios en general en La Réunion.
Y la verdad es que aquí la vida es cara, la gran mayoría de los productos son importados y si a eso le sumas que cuatro familias reunionesas controlan las grandes y medianas superficies comerciales, pues está claro que las leyes de un oligopolio comienzan a funcionar.
Durante cinco días, pequeños grupos de descontentos (qué eufemismo!!!) protestaron de forma más o menos violenta, quemando coches, destrozando escaparates, y asaltando todo lo que se les ponía de por medio.
Empezó en la capital, pero en un par de días se extendió a toda la isla, también a Saint Pierre, la ciudad donde vivo. Hasta tal punto se temían los ataques, que el viernes el dueño del restaurante donde estábamos cenando, nos encerró dentro, y tan pronto como habías acabado de cenar nos pidió amablemente que nos fuéramos para poder cerrarlo del todo. El Sábado la histeria llegó hasta el ayuntamiento, que instauró un toque de queda para bares y restaurantes, después de las 21 horas, todo cerrado.
Balance? Varios coches quemados, escaparates destrozados, cubos de la basura ardiendo y ni un alma por la calle. En contraprestación, 60 productos de primera necesidad ven rebajado su precio. Peor el problema sigue latente, con la tasa de paro más elevada de toda Europa (sí! más que en España) y la gran dependencia del exterior... el problema no se resuelve bajando unos euros el coste de la compra!
Ahí os dejo alguna fotito, aunque no sean muy buenas, para que os hagáis una idea!
Y la verdad es que aquí la vida es cara, la gran mayoría de los productos son importados y si a eso le sumas que cuatro familias reunionesas controlan las grandes y medianas superficies comerciales, pues está claro que las leyes de un oligopolio comienzan a funcionar.
Durante cinco días, pequeños grupos de descontentos (qué eufemismo!!!) protestaron de forma más o menos violenta, quemando coches, destrozando escaparates, y asaltando todo lo que se les ponía de por medio.
Empezó en la capital, pero en un par de días se extendió a toda la isla, también a Saint Pierre, la ciudad donde vivo. Hasta tal punto se temían los ataques, que el viernes el dueño del restaurante donde estábamos cenando, nos encerró dentro, y tan pronto como habías acabado de cenar nos pidió amablemente que nos fuéramos para poder cerrarlo del todo. El Sábado la histeria llegó hasta el ayuntamiento, que instauró un toque de queda para bares y restaurantes, después de las 21 horas, todo cerrado.
Balance? Varios coches quemados, escaparates destrozados, cubos de la basura ardiendo y ni un alma por la calle. En contraprestación, 60 productos de primera necesidad ven rebajado su precio. Peor el problema sigue latente, con la tasa de paro más elevada de toda Europa (sí! más que en España) y la gran dependencia del exterior... el problema no se resuelve bajando unos euros el coste de la compra!
Ahí os dejo alguna fotito, aunque no sean muy buenas, para que os hagáis una idea!
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