Fuente : Principia Marsupia (Diario Público)
Observad con atención la fotografía.
Os propongo un desafío. Tenéis que adivinar el motivo de tanta
alegría en el rostro más sexy del panorama político internacional. Dos
opciones:
a) Nuestro Líder-Supremo Mariano celebra un gol de España en la final de la Eurocopa.
b) Mariano, el Ungido-por-Aznar, reacciona con euforia ante el descubrimiento del bosón de Higgs.
Reconozco la extrema dificultad del dilema que os planteo. ¿Pudiera
ser que los políticos muestren más admiración por los deportistas que
por los científicos? En los siguientes párrafos os ofrezco algunas
pistas. Estad atentos porque son muy, muy sutiles.
Comencemos por las Olimpiadas. No me refiero a las de Londres, sino a
las Olimpiadas de Física. Cada año, los alumnos más brillantes de
secundaria participan en esta competición donde los ganadores recibían
un premio de 300 euros. En la última edición, el Ministerio de Educación
decidió que no podía permitirse semejante dispendio y no pagó los premios. Los muchachos estudiaron por encima de nuestras posibilidades.
Mientras tanto, los clubes de fútbol tienen una deuda de 752 millones de euros con Hacienda.
Quizás el Ministerio de Educación tomó la decisión correcta. Vivimos
una terrible crisis económica y debemos emplear nuestros escasos
recursos en aquello que mejor hacemos: España ha ganado más Mundiales de
fútbol que premios Nobel de Física.
Hace unas semanas tres adolescentes españoles ganaron la “Google Science Fair”,
una competición científica a nivel mundial. ¿Por qué no fueron
recibidos en Zarzuela por el Campechano-en-Jefe? ¡Con lo que disfruta fotografiándose con nuestros campeones!
Quizás los chicos se equivocaron al escoger su tema de investigación:
“microorganismos en agua dulce”. Seguro que un estudio sobre los
hábitos de apareamiento del elefante macho de Botswana hubiese sido
motivo de Orgullo-y-Satisfacción.
Otros países se preocupan por el reconocimiento público de sus investigadores: aquí podéis leer la felicitación de David Cameron a los científicos británicos que participaron en el descubrimiento del bosón de Higgs.
Una de las medidas más absurdas para la promoción de la ciencia fue
obra de Zapatero-el-Sabio. Con el objetivo de atraer talento, el
gobierno socialista decidió una reducción en el IRPF
para trabajadores cualificados que cambiasen su residencia a España.
Hasta aquí, la idea parece razonable. Pero resulta que sólo podían
acogerse a esta ley quienes tuviesen un salario superior a los 120.000
euros anuales.
¿Quienes llegaron a España pagando menos impuestos? ¿Stephen Hawking? ¿Ed Witten? ¡No! Fueron Kaká, Ibrahimovic, Beckham y Cristiano Ronaldo.
¿Qué podemos hacer los investigadores para conseguir una atención
similar a la de los deportistas? Quizás impartir las clases de Mecánica
Cuántica enfundados en taparrabos de waterpolo. Pero ahí tenemos un
problema: los científicos somos feos. Nuestro planeta sería un lugar más
desagradable si los anuncios de Kelvin Klein los protagonizase Eduard
Punset en lugar de Gerard Piqué.
¿Se os ocurren otras ideas? Mis ecuaciones y yo os estaríamos muy agradecidos.
1 comentario:
Adolfo, esta entrada me ha parecido GENIAL!!! Eres la bomba! Creo que tenemos algunas conversaciones pendientes... Queda algo del Fito Risitas de Nijmegen? Lo digo por lo de Zapatero-el-Sabio ;) Me dejas a-no-na-da-da.
Muuuuchos besos, a ver si ahora que coincidimos en Spain nos vemos los pelos. En Barcelona ya sabes que te esperamos con los brazos abiertos!
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