Desde la primera vez que salí de España, una cosa
de la que siempre he estado orgulloso, o de la que me dí cuenta, era del
magnífico sistema de salud que teníamos en España.
Por supuesto que tenía sus cosas criticables, sus problemas, sus ineficiencias etc etc. Pero en comparación a otros sistemas de salud que yo he conocido, a mi me gustaba más el nuestro.
Siempre alardeando que en mi país la sanidad era universal y "gratuita" independientemente de tu situación económica, social o nacionalidad.
Eso era antes claro, ahora comenzamos a desmantelar el sistema, con la excusa de reducir gastos, se pretende dejar, y de hecho así está siendo, sin acceso a la sanidad a cientos de miles de personas que viven y por ende pagan impuestos en España (aunque sólo sean los impuestos indirectos).
Yo mismo, más de tres años viviendo fuera de España, sin haber trabajado aquí, no tengo derecho a la tarjeta sanitaria... a menos que pague.
Me encuentro en la extraña situación de poder acceder al sistema sanitario español, al sistema de mi país, a través de la tarjeta sanitaria francesa.
Independientemente de mi situación, es bastante obvio que a quién se deja sin acceso a la sanidad (inmigrantes "sin papeles" y parados de larga duración) son precisamente quienes más problemas van a tener para poder pagar por el acceso al sistema sanitario.
Además se obliga a pagar por un sistema que a día de hoy es bastante más ineficiente e insuficiente que antes de los recortes, en mi pueblo durante todo agosto un sólo médico está disponible para toda la población.
Habrá que recortar, sin duda, pero la sanidad, la educación y las ayudas sociales deberían ser intocables!
No hay comentarios:
Publicar un comentario