Ya estoy en España!

Y la verdad es que contra todo pronóstico, no lo estoy llevando tan mal. El primer día en Europa, que dormí en Lisboa, pude disfrutar de un agradable paseo nocturno por el centro de la ciudad. Era muy reconfortante poder pasear sin preocuparse de nada, aunque me sentía raro.

Al día siguiente llegaba a Pamplona, y mis amigos me estaban esperando en el aeropuerto. Fue muy bueno encontrar alguna cara conocida allí, en mi primer recontacto con España. Da gusto ver que las cosas no cambian y que todos siguen igual.

Mi llegada a Santo Domingo y por conclusión a la casa de mis padres la lleve con bastante alegría, entiéndaseme que no es por mi familia sino por volver bajo el techo protector, ja ja. Y los días pasaron y yo seguía con buen ánimo, añorando Pemba y su gente, pero no decaído ni pre-depresivo.

Tampoco es que haya tenido mucho tiempo de parar a pensar nada, me concedieron una beca para estudiar un master en Montpellier. Una nueva aventura comienza y antes de lo que podáis pensar, solo 15 días de paso en España y de vuelta a viajar y a una nueva vida.

Un curso de francés acelerado, junto con un montón de papeleo tanto para el master en si como para chupar del Estado, me mantienen ocupado y hasta agotado.

Este finde es el ultimo que estoy en Santo, solo he estado dos, y puedo decir que mi estancia aquí a pesar de corta esta siendo muy agradable, feliz de volver a estar con mi familia y con mis amigos, de poder disfrutar de mi pueblo y de su increíble entorno.

Hasta Mañana!