Y es que aquí en Pemba, aunque parezca que no, tenemos una vida social muy ajetreada.
Todo empezó hace unas dos o tres semanas con la visita del embajador de España en Mozambique a Pemba. Pues un miércoles tuvimos la cena con el de todos los españoles y apegados. La verdad es que estuvo muy bien, siempre lo esta juntarte con tus paisanos, si es que no lo hacemos bastante, ja ja. El embajador un tío muy majo y cercano.
El jueves era la despedida de Pau, que ya os conté. Pues la mayoría de los que nos habíamos encontrado en la cena con el embajador lo volvimos a hacer para esta fiesta.
Ese fin de semana fuimos a casa de Natalia a cenar y a visitar al Pangolín, ese bicho tan magnifico.
La semana siguiente nos juntamos todos para dar la bienvenida a Pedro y su pata de palo. Este finde también nos fuimos a las cascadas del Lurio.
La semana siguiente estuvo cargada de más. Miércoles la final de
El sábado la fiesta de despedida de Cristina Cruz Roja, y que coincidía con su cumpleaños. Hizo una fistecita en su casa, que tiene una terraza inmensa. La fiesta muy chula y más de los mismos. Cristina ya se va, auqnue no tan lejos a Maputo. Pero adios a nuestras piscinas, a nuestras botellitas de vino, a nuestros baños en el mar al amanecer, quizas en maputo, ja ja!
El domingo teníamos comida en casa de Mario, un colega mozambiqueño muy buena gente. Preparo una cantidad de comida que solo era igualable a lo buena que estaba. Además tenía billar así que allí estuvimos partidas tras partida.
Este próximo sábado es mi fiesta de despedida, junto con la fiesta de despedida de David, junto con el cumpleaños de Jorge, junto con
Y ya veis estoy deseando irme de vacaciones para parar de ir de fiesta en fiesta, de compromiso en compromiso. Un agobio vamos!
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