Pues un finde de no parar.
El viernes despues de currar, juamos nuestro habitual partidito de voley (hay que aprovechar esta playa maravillosa) y a la noche teniamos un encuentro de benvindas a Pedro. Volvia de Maputo, de curarse una infección en el pie o una picada de serpiente, dependiendo de las fuentes. La cuestion es que aqui en pemba, en la Clinica privada (que es mas un hotel hospitalario que una verdadera clinica sanitaria) lo unico que hicieron fue vaciarle el pie de carne y mas carne y no le resolvieron nada. Asi que visto lo visto se largo para Maputo, a que un medico real, no solo de titulo, le arreglara aquella escabechina. Despues de dos semanas llegaba de vuelta y nos juntamos en el Campismo para cenar con el y darle la bienvenida a Cabo Delgado, ja ja.
El Sabado, a eso de las 8 AM, se celebraba el 10 aniversario de Lar da Esperança. Es una internado-escuela para niñ@s-escuela de formacion y muchas cosas mas que fue fundada por un señor italiano con una energia brutal y que esta siendo gestionado por una italiana; Laura, y una española, Teresa, que son majisimas y muy entusiastas y energeticas. Bueno pues con el madrugon encima nos fuimos para alli, a celebrar con ellos los 10 años de andanzas. La celebracion estuvo muy bien, con recuerdos al tiempo pasado, y con la vista en el futuro, todo ello acompañado de danzas y bailes protagonizadas por los mas peques. La verdad es que fue muy interesante conocer mas de cerca esta fundación.
A la tarde teniamos encuentro de Baloncesto, bajo un sol abrasador estuvimos jugando hasta que la luz se iba, yo perdido por el campo sin saber donde colocarme, pero fue muy divertido y sudamos un monton que era el objetivo.
El sabado no habia acabado todavia, una cenita de pez asado en la casa de Angelica quedaba por delante, aunque sin mucha energia ya. Ademas al dia siguiente nos ibamos a conocer las Quedas del rio Lurio.
Las cascadas del Lurio, el primer viaje que planee en Mozambique y casi es el ultimo que hago. El Lurio es el rio que separa las provincias de Cabo Delgado de Nampula. Es muy gracioso, porque las provincias estan unidas por un puente sobre el rio. Despues de irnos hasta el susodicho puente, tuvimos que volver sobre nuestros pasos porque nos habiamos pasado el camino para las cascadas, auqnue claro, ningun cartel anunciaba donde quedaban. El camino no estaba tan mal, me lo esperaba peor, y despues de una hora pasando por numerosas aldeas llenas de mujeres y niños sonrientes llegamos al mirador que quedaba justo en frente de las cascadas.
La verdad es que la naturaleza te regala unos paisajes increibles, y estas cascadas son uno de ellos. Seguramente seremos de los pocos coches y turistas que hemos llegado por aqui en bastante tiempo, es un lugar que no aparece en los mapas y cuyo acceso no es el mas favorable para el turismo, aunque quizas este mejor asi.
Nuestra llegada revoluciono a la aldea que esta junto al Lurio y un enjambre de niños se acercaron para vernos, que les echaramos fotos y acompañarnos por un tortuoso camino de piedras que llevaba hasta la orilla del rio en la base de las cascadas. Una maravilla que pude visitar.
A nuestra vuelta a Pemba, el atardecer estaba llegando, y que mejor que reunirse en torno a una cervecita en la playa de Wimbi! Descansando del viaje, disfrutando de las palmeras y la bahia!
Asi es Mozambique!
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