11 marzo 2018

Los ladrones de ojos

Desde hace unas semanas hay una comidilla en Tuléar, los ladrones de ojos. 
Y es que parece ser que hay gente que se dedica a robar los ojos de la gente ... para qué? Pues como todo en la rumorología no está claro: tráfico de órganos, amuletos mágicos, piedras preciosas que se esconden en su interior ...

Hace dos semanas una joven apareció muerta y le faltaba un ojo (o los dos), además según se cuenta y se comenta, apareceó en la calle en ropa interior con 30 000 Ariarys sobre el cuerpo (un pago compensatorio por el robo de los ojos?) y una tela que la cubría. 

Más tarde parece haberse descubierto que en realidad se trata de un falso caso de robos de ojos, sino más bien de un caso de crimen machista, es decir que su novio la mató e intentó hacer pasar el caso como uno de los Ladrones de ojos. 

Sigo con la historia de la joven muerta porque al final ha afectado a todo Tuléar y desde un punto antropológico me aprece muy interesante.

El asesino había pedido matrimonio tradicional a la joven asesinada, como el asesino no es de Tuléar y sus padres no estaban presentes, el dueño de la casa que alquilaba el asesino se ofreció a remplazar a su padre para el matrimonio tradicional. 

Cuando se descubrió quién era el asesino, éste ya había escapado y todavía no se ha encontrado. La familia de origen Anandroi (una de las etnias de Madagascar) pidió lo que suele ser habitual por la muerte de una persona, 33 cebús al padre remplazante, es decir, al propietario de la casa que alquilaba el asesino.

 

Este hombre sólo pudo dar un cebú (para info un cebú cuesta unos 150 euros, un salario mínimo formal esta en torno a los 30 euros). 

Aí que dos semanas después de la muerte de la joven, los tiradores de pousse pousse se pusieron de huelga. Pero, ¿por qué? Porque la mayoría de pousse-pousseros son de la etnia Antandroi y por solidaridad con la familia decidieron hacer una huelga. Una huelga de pouss-pousseros no es cualquier cosa, grupos de hombres con hachas, cuchillos y palos campan por la ciudad jaleando, volcando, apaleando a cualquier otro pousse-pousse que no secunde la huelga. Hasta el punto que la policía tuvo que intervenir (por fin) con disparos al aire y bombas lacrimógenas.
Por info, el pousse-pousse es el ñedio de locomoción más extendido en Tuléar, casi diría que hay un pousse-pousse por cada 5 habitantes (igual un poco exagerado pero hay un montón). 

Al final, parece ser que la familia obtendrá los 33 cebús, pero quién los pagará?
  • Los vecinos del barrio donde vivía el asesino. Sí, si tu vecino mata a alguien y se fuga, te tocará contribuir.
  • La universidad de Tuléar y sus estudiantes, ya que el asesino era estudiante de filosofía y los pousse-pousse men sospechaban que los estudiantes universitarios estaban protegiendo al asesino
  • La Región, es como la Comunidad autónoma, el Estado pagará una parte de la compensación.
De esta historia salen muchas de las relaciones de solidaridad comunal voluntaria y obligatoria existente en Madagascar y sobre todo esa rumorología que impide esclarecer la verdad de los hechos.

Si no, parece que los ladrones de ojos hanparalizado por el momento su actividad por el momento.

No hay comentarios: