Estamos en la época de las tormentas tropicales. Ya empezó hace unas semanitas y la verdad que la primera me cogió por sorpresa.
Sorprende ver cómo en una tarde de lluvia (fuerte y caudalosa) la ciudad de Tuléar se inunda. Se inundan las avenidas principales, creando grandes charcos cubriendo el asfalto, los numerosos agujeros e ncluso las aceras.
Sorprende más, meterse por algún barrio y ver que las casas desbordan agua por doquier, y que la gente intenta vaciarlas a cubazo limpio.
Sorprende que la gente no va a trabajar, muchos comercios están cerrados ya que la gente tiene que ocuparse de que su casa no se les caiga encima o se inunde más de lo debido.
Y sorprende que unas lluvias torrenciales consigan echar de sus casas a familias enteras que tienen que cobijarse en un polideportivo cubierto donde encuentran a otras decenas de familia en su misma situación.
Aquí alguna fotillo de Oreto que accedió a mojarse los pies para captar estas acuáticas estampas.
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