Aunque en este año 2012 estas fechas están más relacionadas con el aniversario del movimiento 15 M, para los calceatenses y visitantes esas fechas nos traen otros sentimientos, las fiestas del Santo.
Celebramos la vida del patrón y fundador de nuestra ciudad, que lleva su nombre como recuerdo imborrable de quién sembró la semilla de nuestra ciudad, de su fundador Domingo García.
Más allá de su santidad y de los milagros que hizo o no, detrás había una persona, Domingo García, que por lo que sabemos se dedicó en cuerpo y alma al prójimo, a alimentar, a cobijar, a proteger, a sanar, a dar seguridad a todo aquél que pasara cerca de él sin importar su procedencia o su destino. Domingo García se dedicó a ayudar y proteger a los más desamparados de la época.
Para mí no es casualidad, que estos dos hechos (el aniversario de Domingo y el 15 M) coincidan en el tiempo. El movimiento de indignados, alimentado por los ciudadanos de a pie y abierto a todos, defiende la protección de los más desfavorecidos, un reparto más justo de las riquezas (del pan de cada día), una llamada a la solidaridad entre ciudadanos. Durante todo este año se ha organizado para que familias enteras no se quedaran desprotegidas y en la calle, sin un techo dónde cobijarse, a través de la resistencia pacífica. Se han manifestado contra los recortes en sanidad y para que sea para todos sin importar su procedencia o su destino.
Para mí está claro que Domingo García fue un INDIGNADO de su época y no se conformó con la realidad que le tocó vivir sino que intentó cambiarla, así como todos los INDIGNADOS del 15 M, que durante un año han mantenido vivo el espíritu de la indignación y no se rinden ante una realidad que debería ser otra.
Estos días en Santo Domingo de la Calzada hemos recordado a un hombre que cambió la realidad que le tocó vivir mientras miles de personas intentaban hacer lo mismo con la realidad actual. A todos ellos: Gracias.
1 comentario:
Estupenda reflexión. No hay nada más que añadir. Esto es leer y entender la vida desde la realidad, reconocer en nuestro tiempo otros tiempos. Genial
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