Me supongo que ya lo habríais oído, ahora mismo es una noticia pasada, en esta sociedad en la que vivimos se podría decir que una noticia muy anticuada, pero que sigue levantando ampollas, incluso las inexistentes.
Bueno a la noticia que hago referencia es a la construcción del Centro Cultural islámico Casa Córdoba, que incluye la construcción de una mezquita en su interior y ubicada a dos manzanas de la Zona Cero. He ahí la controversia, la cercanía a la zona donde antes estaban situadas las Torres gemelas.
La verdad es que no había hablado con nadie del tema, más que nada porque me parece estúpido que sigamos confundiendo religión con terrorismo, sobre todo cuando hablamos del Islam. Y bueno pues este fin de semana, en mi pueblo, pues no se cómo salió el tema de la susodicha mezquita. Y casualmente yo era el único que se encontraba defendiendo la construcción del centro de rezo musulmán (jamás habría pensado que defendería la expansión de una religión o de uno de sus centros espirituales).
No quiero entrar en los argumentos a favor o en contra de la implantación de la mezquita, sólo destacar una situación curiosa en la que me he encontrado en más de una ocasión.
Cómo paso de cuestionar las reglas básicas, las enseñanzas, los mandatos del Islam en Montpellier ante mis amigos musulmanes y con sólo cambiar de zona territorial, de amigos, de tener una opinión totalmente contraria en frente, paso a defender el derecho de esa religión que tanto cuestiono. Que conste que el Islam no es la única religión que no me gusta, de hecho ninguna y la que menos por cercanía es la católica. Más que la religión en sí, las personas que las controlan, las utilizan y adoctrinan con ellas.
Esta situación ya me pasaba cuando fui a estudiar a Pamplona, y de repente me vi envuelto en un entorno más vasco, con una realidad que del Ebro para abajo yo no conocía, y dependiendo de la orilla dónde me encontrara hacía más o menos defensa, más o menos ataque de unas ideas o de otras.
No creo que me contradiga en mis opiniones, sólo que cuando te encuentras con unas opiniones en frente radicalizadas a uno u otro extremo tiendo a oponerme a ambos, y para ambos lados parezco estar en el bando contrario. Buf, no sé si me explico.
Da igual, lo único que agradezco es la oportunidad que la vida me ha dado para viajar, conocer nuevos lugares y sobre todo poder conocer mejor otras visiones de la realidad y así comprenderlas mejor!
A bientôt!
La verdad es que no había hablado con nadie del tema, más que nada porque me parece estúpido que sigamos confundiendo religión con terrorismo, sobre todo cuando hablamos del Islam. Y bueno pues este fin de semana, en mi pueblo, pues no se cómo salió el tema de la susodicha mezquita. Y casualmente yo era el único que se encontraba defendiendo la construcción del centro de rezo musulmán (jamás habría pensado que defendería la expansión de una religión o de uno de sus centros espirituales).
No quiero entrar en los argumentos a favor o en contra de la implantación de la mezquita, sólo destacar una situación curiosa en la que me he encontrado en más de una ocasión.
Cómo paso de cuestionar las reglas básicas, las enseñanzas, los mandatos del Islam en Montpellier ante mis amigos musulmanes y con sólo cambiar de zona territorial, de amigos, de tener una opinión totalmente contraria en frente, paso a defender el derecho de esa religión que tanto cuestiono. Que conste que el Islam no es la única religión que no me gusta, de hecho ninguna y la que menos por cercanía es la católica. Más que la religión en sí, las personas que las controlan, las utilizan y adoctrinan con ellas.
Esta situación ya me pasaba cuando fui a estudiar a Pamplona, y de repente me vi envuelto en un entorno más vasco, con una realidad que del Ebro para abajo yo no conocía, y dependiendo de la orilla dónde me encontrara hacía más o menos defensa, más o menos ataque de unas ideas o de otras.
No creo que me contradiga en mis opiniones, sólo que cuando te encuentras con unas opiniones en frente radicalizadas a uno u otro extremo tiendo a oponerme a ambos, y para ambos lados parezco estar en el bando contrario. Buf, no sé si me explico.
Da igual, lo único que agradezco es la oportunidad que la vida me ha dado para viajar, conocer nuevos lugares y sobre todo poder conocer mejor otras visiones de la realidad y así comprenderlas mejor!
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