Bueno aquí van algunas de mis reflexiones sobre el día de Huelga general del 14 de Noviembre.
Para empezar, me sorprendió que hubiera tanta gente en Santo Domingo, donde hicimos una marcha-concentración y para mi sorpresa bastantes comercios hicieron una pausa a la hora de la marcha cerrando sus comercios. No se puede decir que hicieran huelga, pero me pareció positivo el cierre momentáneo.
Creo que la huelga no fue mayoritaria, pero la manifestación que hubo en Logroño sí que fue muy multitudinaria. No creo que yo fuera el único que se sorprendió positivamente de que la gente, a pesar de no haber secundado la huelga, sí que salió a la calle para secundar la manifestación. Y uno de los comentarios más oídos durante la marcha era precisamente eso, la cantidad de gente que estaba allí, manifestándose y denunciando que no vamos a mejor sino a bastante peor. Y si por desgracia todo sigue como parece que va a seguir, cada vez saldrá más gente a la calle y cada vez habrá más descontento social.
Al llegar al final de la manifestación, hubo un grupo de manifestantes que se sitúo enfrente de la Residencia Presidencial, yo entre ellos de donde se gritaron e hicieron cánticos contra el presidente y el gobierno de La Rioja. Allí, protegiendo el palacete, estaban los antidisturbios, que visualmente parecen robots y no personas por su apariencia y vestimenta. De ver tantas imágenes en la tele sobre las cargas policiales, la verdad es que tenerlos ahí en vivo y en directo ya acojonaba.
La cosa se fue calentando, la tensión en el ambiente estaba bastante cargada, llegaron refuerzos de los antidisturbios y empezaron a llover globos de pintura de entre los manifestantes. Para empezar quienes lanzaban estos globos, iban con la cara bien tapadita, se ponían en segunda o tercera línea y por lo general eran jóvenes que no llegarían a los 20 años (igual ni a los 18). A pesar de ésto, las dos primeras cargas policiales, que dejaron una rotura de nariz y un hombre en el suelo sin poder moverse, creo que fueron injustificadas. Sí había tensión en el aire, sí les estaban lanzando globos de pintura, pero se supone que los profesionales antidisturbios deberían estar preparados para mantener la sangre fría en este tipo de situaciones.
Tuvimos que correr dos o tres veces, igual de manera injustificada, porque los antidisturbios no se movían gran cosa (mientras yo estuve allí). Pero en cuanto una persona daba un paso más rápido que otro, la masa echaba a correr. También hay que resaltar, que los antidisturbios lanzaron pelotas de goma al aire, una nos peinó el flequillo.
Decidimos irnos porque la situación se empezaba a escapar de las manos, con adolescentes rompiendo baldosas para lanzárselas a los policías, ya no tenía sentido estar allí. Estos jóvenes, con la carita tapada, camuflándose entre los manifestantes pacíficos y lanzando trozos de baldosas no hacen más que dar una justificación a las cargas policiales y me parecen tanto o más graves que las propias cargas.
Yo sólo tenía ganas de salir de allí sin un rasguño, el cague a los robocops se te metía en el cuerpo y cunado salías corriendo tenías la sensación de que ibas a recibir un porrazo en cualquier momento. Los niñatos lanzando piedras destrozaron la legitimidad pacífica con la que estábamos allí concentrados.